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Yo, Tonya, el “make-under” de Margot Robbie

Noticias
Daniela Sánchez
05.06.2018

Basada en hechos reales, la película Yo, Tonya  protagonizada por Margot Robbie  trata sobre la polémica carrera y vida familiar de la patinadora de hielo Tonya Harding. Harding, fue la primera estadounidense en lograr un brinco triple axel durante una competencia en 1991 y a lo largo de la película presenciamos los retos y dificultades que la patinadora sufre para llegar a los Juegos Olímpicos de Lillehammer en 1994. Bajo la dirección de Craig Gillespie, Yo, Tonya representa el éxito ganado a pulso y la tumultuosa caída del personaje protagónico creando una imagen de Tonya muy real en la que el maquillaje juega un papel esencial.

La creación y dirección del maquillaje fue de Deborah La Mia Denaver, anteriormente nominada al Oscar por su trabajo en la película Fantasmas del pasado. Denaver se inspiró en la fuerza y seguridad de Tonya y estudio mucho el estilo de la patinadora en sus videos y fotografías de los 90’s para ser lo más fiel en la transformación de Robbie. Uno de los desafíos de maquillaje más grandes fue convertir a Margot ( 27 años) en una joven -no tan adolecente- de 20 años.

Robbie es una mujer con facciones admirables y conseguir los productos correctos para que no se viera “tan perfecta” y que se pareciera a la verdadera Tonya llevó a que la maquilladora decidiera no utilizar bases en la piel creando una sensación  “más fresca” y “más inocente”. En una entrevista para el medio Refinery 29, la maquillista habla de cómo también tuvieron que blanquear las cejas de la actriz para disfrazar la perfección del marco de las cejas de Margot: “Margot es muy arqueada y perfecta, pero Tonya no tenía disciplina con sus cejas”, dijo Deborah. “Así que una vez a la semana, blanqueaba la cejas de Margot llevándolas a lo más claro que se pudiera para intentar desvanecer ese arco. Después de eso, rellenaba los pelos, los alargaba y trataba de arrastrarlos hacia abajo”.

 

La maquillista también platicó a cerca de cómo constantemente tuvo que “arrastrar” las características faciales de Robbie para hacerla parecer más a Harding. “Los labios y ojos de Tonya son naturalmente más bajos que los de Robbie…Es algo con lo que tuve que pelear constantemente con Margot, porque todas sus facciones van hacia arriba y te sonríen. En un momento tuve que pegarle la esquina de los ojos con un adhesivo de pestañas para darles una posición caída. También tuve que dibujar pequeñas líneas alrededor de su boca para poder tirarla hacia abajo “.

En las presentaciones, había que alejarse de hacer un maquillaje perfecto. En la vida real no había un maquillista profesional para maquillar a Tonya y la solución al final fue crear un maquillaje rápido sin dejar tiempo de corregir o difuminar de más. Además, la película contaba con poco presupuesto y había veces que no daba tiempo de retocar el maquillaje.  El makeup no tenía que ser colocado perfectamente ya que no era necesario que aguantara “perfecto” todo el tiempo. Después de las presentaciones de la patinadora, Tonya tenía que verse con el maquillaje sudado y desgatado.

 

La diseñadora de maquillaje quería ser tan fiel a la historia y con la verdadera Tonya que utilizó unicamente productos que puedes encontrar en una farmacia en Estados Unidos, maquillaje que la verdadera Tonya hubiera podido comprar. Las marcas que más utilizó fueron Maybelline, Covergirl y Revlon. En las pestañas Devlon confiesa haber utilizado Great Lash® Washable Mascara de Maybelline en el centro de las pestañas superiores dándole un look más juvenil a los ojos.

Con la revista Vanity Fair, el director Craig Gillespie platicó sobre cómo querían utilizar prostéticos en la barba, mejillas, nariz, debajo de los ojos y alrededor del cuello de la actriz cuando la actriz tenía más de cuarenta años.El director comenta que fue un proceso largo entender cómo sería el look final para que debajo de todo el latex y maquillaje, la actriz en las escenas de las entrevistas cuando Harding ya tenía 44 años permitiendo que Margot  aún pudiera hacer gestos de manera natural. “Hicimos varios moldes para ver cuántas arrugas y cuánto espesor queríamos. De hecho, volvimos a hacer las prótesis y nos fuimos con algo menos denso, pensamos que era una mejor opción. A veces con poco llegas más lejos.” Entre los pequeños prostéticos y el maquillaje, Denaver terminó invirtiendo el iluminador y el contorno para separar los huesos de las cejas de Robbie. Utilizando una técnica de sombreado también ensanchó la nariz, la mandíbula y bajó un poco la barbilla para reflejar las características distintivas de Harding.

El equipo de maquillaje para toda la película fue llevado por Denaver, su primer asistente Teresa Vest y el co-asistente Bill Myer. Los encargados de los prostéticos fueron Thom Floutz y Andre Freitas y el diseñador/creador fue Vincent Van Dyke. Denaver confiesa que le hubiera encantado trabjar con más prostéticos a lo largo de toda la película, pero por el poco presupuesto se utilizaron muy poco. A On Makeup Magazine la maquillista comentó “No teníamos el presupuesto para llevar prótesis a lo largo de la película. Me hubiera encantado darle una nariz y una barbilla, pero tuvimos que fingir y pintarlo lo mejor que pudimos. Una de mis primeras películas en la industria fue Pretty Woman. Fui asistente de Bob Mills, un artista increíble ya jubilado. ¡Sus habilidades de pintura eran impresionantes! Él me enseñó a pintar sin ver el maquillaje. Cuando terminaba de maquillar, las pieles le quedaban impecables, sin un solo defecto. Básicamente, fueron esas técnicas las que saqué de la caja para ayudar a crear estos personajes.”

La técnica de Deborah fue muy sutil, pero sin duda muy efectiva y los productos con los que dice no haber podido realizar estos juegos de luz fueron el iluminador de William Tuttle,  un kit de sombreado y contour de  Make Up For Ever y MAC Strobe Cream.