Tips para escoger el hidratante de labios correcto
Colegas es común que en temporadas de frío como ésta, nuestros clientes lleguen con los labios completamente deshidratados y en ocasiones descarapelados o sumamente irritados. Es nuestra labor como maquilladores devolverles la hidratación requerida y así poder cumplir con los requisitos de un maquillaje profesional y de larga duración.
Existen tantos bálsamos e hidratantes para labios, y tantas opciones puede generarnos confusión al momento de escoger el producto que realmente necesitamos. Algunos solucionan nuestro el problema al instante, pero la solución es temporal; al cabo de pocas horas los labios están aún más deshidratados que antes y por ende la solución no es efectiva. Es por eso que tenemos que hacernos la siguiente pregunta: ¿cuáles son los ingredientes que debemos de evitar a toda costa al momento de elegir un bálsamo o hidratante para labios?
Estos son los ingredientes a evitar:
Petrolatum Blanco
Funciona como exfoliante para labios, removiendo agresivamente las capas de piel seca aún y cuando no están completamente deshidratadas. Existen bálsamos que dejan los labios muy suaves después de su primer uso, pero en realidad están siendo agresivos con la piel, dejando las capas subsecuentes sin hidratación y protección alguna.
Lanolina
Es una sustancia cerosa secretada por las glándulas sebáceas de las ovejas. Es conocida por su efecto preventivo de perdida de líquidos; sin embargo, los labios al no tener glándulas sebáceas difícilmente la absorben. Al no poder absorberla y rechazarla, la zona de la piel donde se aplicó puede terminar con áreas más sensibles.
Aceite de Recino
Obtenido a partir de las semillas de la planta “Ricinus communis”, es utilizado en la preparación de las mezclas de bálsamos para labios; la finalidad es crear una textura agradable al contacto con los labios. Utilizando dicho aceite en altos porcentajes provoca sensibilidad en la piel.
Aromas y saborizante
Es bien sabido que muchos bálsamos de labios vienen en presentaciones con sabores frutales, supuestamente para hacerlos más llamativos al consumidor o bien para esconder aromas no tan agradables a la hora de preparar la mezcla del producto final. Al ser puramente químicos, pueden llegar a generar alergias en la piel y a causar pequeñas heridas a causa de la reacción.