La serie de Netflix con más de 30 fantasmas y un gran trabajo de makeup y FX
The Haunting of Hill House ha sido nombrada como una de las historias de terror más traumáticas del 2018 por la profunda tristeza promovida por el enfoque del trauma generacional y la enfermedad mental, pero también por el detalle en la fotografía, en el makeup y en los FX.
La serie es una reinterpretación de la novela original creada y dirigida por Mike Flanagan para Netflix. Flanagan, ya había trabajado anteriormente con el Director de Maquillaje y FX Robert Kurtzman quien se había unido al equipo sin saber exactamente de qué se trataba el proyecto nuevo de Flanagan. Al recibir la noticia que sería The Haunting of Hill House, Kurtzman estaba encantado.

La idea del director era capturar todo lo que se pudiera en la cámara, así que Kurtzman tenía un reto por crear un sin fin de personajes como “La mujer del cuello torcido” o “el viejo con el sombrero y un bastón”, además de otras sorpresas. Lo que pocos saben es que Kurtzman, además de trabajar en los personajes o fantasmas principales, tuvo la tarea de crear otros “extras” que formaron parte de un juego entre el espectador y la serie planeado por el director para ver si podían detectarlos (eran por lo menos 30 fantasmas ocultos). Estos personajes salían en escenas y no necesariamente en momentos de tensión o situaciones tenebrosas.



Kurtzman reclutó a los miembros del equipo de Gerald’s Game, Mark Boley y Marcia King, además de un equipo de artistas de maquillaje con sede en Atlanta. Desde el principio, Kurtzman y su equipo tuvieron la tarea de enfrentar un desafío único, el estilo y los colores que Flanagan buscaba para los fantasmas tendrían un aspecto desaturado, diferente a lo que estaban acostumbrados.

Lo primero que hizo Kurtzman fue crear ilustraciones de lo que se imaginaba y quería, podríamos decir que eran una especie de facecharts para FX. Una vez con los diseños realizados, empezaban esculpiendo, sin embargo los diseños de los fantasmas muchas veces tenían tres etapas: la primera etapa era esculpir, la segunda es coloración o “beauty” y la tercera donde se continuaba esculpiendo y creando detalles y otros efectos.

En la serie el tema con los colores fue muy importante ya que la paleta que buscaba el director, siguiendo el lineamiento de la fotografía era muy distinta a lo que se veía en la realidad. Varias pruebas de cámara con diferentes escenarios de iluminación se llevaron a cabo para conseguir la paleta de colores “desaturados” que Flanagan quería. Los tradicionales tonos de sangre roja no funcionaban y tomó un poco de tiempo para encontrar el tono exacto para cada personaje.

Según Kurtzman es muy importante trabajar con el diseñador de producción para descubrir y entender cómo lograr un aspecto particular en cuanto a la producción de un titiritero o trabajos de aparejos. En este caso como el director buscaba que prácticamente todo se grabara en directo, personajes como el viejo del sobrero fueron importantes de entender para ver cómo se podrían mover.

Utilizando extensiones de brazos y piernas y un truco de imanes para que el bastón flotara, entre los diseñadores de producción y el equipo de FX lograron crear uno de los fantasmas más espeluznantes y misteriosos de la serie.

Una vez más vemos cómo en proyectos como estos el trabajo en equipo es fundamental y absolutamente necesario. Filmaciones como The Haunting of Hill House toman tiempo y mucho talento por parte de todos los departamentos involucrados en la creación del mismo. Además con estos equipos muchas veces se forma un vínculo, una conexión y una forma directa para volver una y otra vez para trabajar juntos y colaborar en futuros proyectos.