Javier de la Rosa: Maestro del maquillaje en México
Más de 32 años de experiencia avalan al reconocido maquillista multidisciplinario Javier de la Rosa, quien hoy sigue siendo uno de los favoritos de muchas celebridades mexicanas.

Más de 32 años de experiencia avalan al reconocido maquillista multidisciplinario Javier de la Rosa, quien hoy sigue siendo uno de los favoritos de muchas celebridades mexicanas.
Más de 32 años de experiencia avalan al reconocido maquillista multidisciplinario Javier de la Rosa, quien hoy sigue siendo uno de los favoritos de muchas celebridades mexicanas. Su trabajo como maquillista y caracterizador ha estado presente en muchas de las telenovelas más emblemáticas de la televisión mexicana, películas, series nacionales y extranjeras, campañas de publicidad y grandes figuras públicas de México. Son sus clientas regulares desde Yuri, Daniela Romo, Gloria Trevi, Lucía Méndez, Belinda hasta la primera dama de México Angélica Rivera. Te presentamos la entrevista que realizamos en exclusiva a este talentoso artista.
C: Sabemos que comenzaste muy pequeño a explorar tu lado artístico. Entraste a los 18 años a Televisa y antes de esto eras maquillista autodidacta ¿Cómo llegaste a Televisa? ¿Qué nos puedes compartir sobre el nacimiento de tu pasión por el maquillaje?
J: Tengo más de 32 años siendo maquillador. Desde niño pintaba, tengo una entrevista que me hicieron para el periódico Excélsior cuando tenía 6 años porque hice unas esculturas en las que ya consideraba la estructura ósea del rostro, eso les llamaba mucho la atención. Yo heredé la sensibilidad artística de mi abuela, siento que nací con esa creatividad. Crecí pintando como se me ocurría pero siempre me llamaban más la atención los retratos. Pintaba bocas, cejas, narices y al final siempre el rostro era lo que más llamaba me interesaba. En la escuela siempre me mandaban a los concursos nacionales de talento y llegó el momento en el que yo les pedí a mis padres que me metieran a una academia a estudiar pintura porque yo quería tener más bases, ahí empecé a aprender todas las técnicas que me ayudarían a crear distintos tipos de retratos.
Obviamente al estudiar me di cuenta que no sabía nada y que había mucho por aprender. Eso me sirvió muchísimo porque al haber visto tantas técnicas cuando comencé a maquillar para mi fue muy sencillo por ejemplo hacer bodypaint, yo ya veía el rostro y el cuerpo desde otras perspectivas, ángulos, geometría, simetría, morfología, etc.
Recuerdo que cuando vi la Guerra de las Galaxias yo tenía 13 o 14 años, estuve tan impresionado por los efectos especiales hechos con maquillaje que soñé con hacer eso. En ese entonces no había efectos digitales y el maquillaje era la única forma de crear todos esos personajes. A partir de ese momento yo les dije a mis padres que yo quería ser maquillista, obviamente a ellos no les agradaba la idea pues creían que esta no era una carrera. Mi papá es doctor así que le costó trabajo aceptarlo.
Yo agarraba la revistas que tenía mi mamá, recortaba lo que me gustaba y hacía carpetas con los maquillajes que más me llamaban la atención. Había unas revistas americanas que se llamaban “Fangoria” y “Carson”, atrás de ellas venían folletos en donde promocionaban videocasetes para aprender desde efectos especiales con maquillaje hasta otro tipo de técnicas, yo siempre les pedía de regalo a mis papás los videos que recomendaban ahí. Mis papás me los compraban y a mi me fascinaba, yo creía que estaba haciendo lo mejor al aprender con materiales americanos porque en ese entonces en México no había nada que me impresionara.
Cada vez que viajaba a Estados Unidos lo primero que hacía era ir a librerías a buscar libros de maquillaje que me ayudaran a aprender más. Aprendí leyendo, practicando, equivocándome y ya cuando cumplí 18 años, que mis papás me presionaban con estudiar una carrera yo les pedí que me dieran la oportunidad de estar un año haciendo lo que yo quería, trabajar en Televisa. Recuerdo que me decían “el ser trabajador tiene sus responsabilidades, tú te vas a mantener entonces” y a mi no me importó, hice mi solicitud en Televisa y cuando fui al casting no permitían entrar a hombres al área de maquillaje, era el año 1989 y el único departamento al que podía ingresar era a caracterización y por supuesto que quise. El examen lo hice un lunes y ese mismo día en la noche ya me estaban llamando para que me presentara al día siguiente.
Cuando entré a Televisa me di cuenta que todo lo que yo estuve practicando con libros había valido la pena, yo ya sabía colocar y pegar prostéticos. Directamente me pusieron a trabajar en foros cuando normalmente a los principiantes los ponían a trabajar primero en taller. Con el tiempo me decepcioné mucho de que nunca aparecían mis créditos y decidí salirme, estuve aproximadamente un año y medio ahí. Hice muchísimas cosas en ese tiempo, estuve en “Balada por un amor” con Daniela Romo, a Victoria Ruffo me tocó hacerle los yesos de cuando se supone que la atropellaron, estuve con Anabel Ferreira en su programa “Anabel”, con Capulina, en “Simplemente María”, en las novelas de “Carrusel de niños” y muchos otros, pero todo enfocado a caracterización.
C: ¿Cuál fue la primer celebridad a la que maquillaste?
J: Fue Sonia Infante. Yo tenía 20 años, en aquel entonces armé mi book y literal tomé el directorio amarillo. Busqué productoras y me puse a tocar puertas, hasta que me dieron la película “Flor de la Mafia”. Me temblaba el pincel la primera vez que toqué su rostro. Yo estaba muy emocionado.
C: ¿Cómo fue que continuaste haciendo cine y terminaste haciendo novelas o moda?
J: El mismo productor de esa película me recomendó con otros y así empecé a hacer de todo tipo de películas. Para aprender más iba a las exposiciones de maquillaje en Estados Unidos donde habían clases con grandes maquillistas. Me nutrían muchísimo esos viajes, tomé cursos con maquilladores como Sam Fine.
Después comencé a hacer la serie americana “Acapulco Hit”, me quedé trabajando en ella durante 3 años alternando con “Tarzán” durante un año. Era para mi algo muy padre porque aprendía de cerca la escuela gringa de producción para televisión. Mientras yo trabajaba en esos proyectos me avisaron que estaba nominado al Ariel por la película “Fray Bartolomé de las Casas”, yo no podía ir y mis papás súper orgullosos fueron por mi a Bellas Artes. Aunque no gané esto fue algo que marcó mi confianza. Ahí supe que iba por buen camino y que el papel que me entregaron por la nominación representaba el título que no les di a mis papás cuando rechacé su oferta de ir a la universidad.
Después me llamaron de otras películas para hacer caracterización, y llegó el momento en el que se empalmaban proyectos y yo tenía que decidir cuál quería hacer. En aquél entonces mi madre me recomendaba tomar los proyectos que me confirmaban primero, hice “Entre vivos y muertos” y ahí conocí a Elisa Salinas, que ha sido para mí un ángel de la guarda durante toda mi carrera. Estuve con ella trabajando casi 25 años, lo padre con ella fue que yo hacía desde maquillaje, caracterización y peinados, ella me daba la oportunidad de hacer trabajos por mi cuenta. Comencé a hacer todas las novelas de TV Azteca, me dieron la dirección del área de diseño de imagen y estuve ahí haciendo muchas novelas, a la par me llamó Beatriz Calles para diseñar los maquillajes de Fashion Week México. Yo considero a Beatriz un pilar de la moda en este país y para mi era un orgullo que ella me llamara para todos sus proyectos.
Dentro de mi aprendizaje hice cosas muy distintas y le agradezco muchísimo a TV Azteca por todo lo que aprendí, hasta hice una telenovela japonesa. Para mi el hacer proyectos de todo tipo es como vivir vidas paralelas, he hecho portadas de discos, revistas, vídeos musicales, campañas, conciertos, etc. Estuve mucho con RBD, aún estando en TV Azteca yo hacía los diseños de las protagonistas. También tengo 18 años trabajando con Yuri, que ha sido una bendición para mi. Maribel Guardia, Gloria Trevi, Ninel Conde, Belinda y muchas otras celebridades bellas con las que he estado trabajando durante muchos años.
En 1990 comencé a dar cursos de maquillaje con una compañía de cosméticos. No voy a decir que soy el único o el mejor, pero si creo que soy de los pioneros en dar cursos de maquillaje en México. Descubrí que me encantaba dar clases y desde ese entonces no he parado de compartir mis conocimientos. Me encanta lo que hago y nunca me lo he tomado esto demasiado en serio, no me parece un trabajo. Es una bendición poder hacer algo que ames y que aún así te lo paguen.
C: Al trabajar con tantas celebridades, películas y contenidos populares para el público ¿Estás consciente del alcance y la influencia que tiene tu visión y tu trabajo sobre la belleza mexicana?
J: Yo no me la creo. Yo me he dedicado a trabajar durante estos años todos los días, no me percato siquiera que han pasado 32 años. Yo creo que hay estilos en el maquillaje como en todas las artes y para todos hay gusto. No creo que un estilo o una técnica sea la mejor pero hay algunos estilos que suelen gustar más. Si me consideran punta de lanza junto con otros maquillistas yo lo agradezco mucho pero no vivo pensando o buscando estar en un nivel o aparecer en todos lados, a mi me encanta estar en backstage. Me da orgullo saber que el día que me tenga que ir siempre yo traté de compartir. Yo considero que el mundo es como una playa y todos somos arena, pero en ella también hay algunos granitos que si los volteas a ver brillan, yo quiero ser recordado por haber dejado una “estela” de personas que brillaron con el aprendizaje que pude compartir. Gracias a Dios llegué a aprender muchas cosas que no me las he quedado, al compartirlas sé que le he cambiado la vida a mucha gente, incluida mi sobrina. He encaminado a muchos maquillistas y eso me enorgullece. Me encanta enseñar y doy hasta el alma en mis clases.
C: Regresemos a tus inicios, imagina que tienes 18 años y vas llegando a Televisa. ¿Qué consejo te hubiera gustado escuchar en esos momentos?
J: Me hubiera gustado que alguien me dijera que tenía que ser más profesional y tener más disciplina. Al ser muy pequeño comienzas teniendo muchos errores por el hecho de tomarlo como un juego, pero es importante ser responsable con tus proyectos y con tu pasión. Esos consejos son justo los que les doy a mis alumnos. Sin embargo no me arrepiento de nada, creo que si volviera a comenzar mi carrera tomaría las mismas decisiones.
C: ¿Qué hábitos crees que debería de tener cualquier maquillista profesional?
J: La limpieza personal y la asepsia que debemos de tener con nuestros materiales y productos. La cultura del maquillaje en México muchas veces no considera estos aspectos. Muchas escuelas no les recuerdan a sus alumnos la importancia por ejemplo de usar antibacterial, de nuestra limpieza bucal y de que nuestros productos deben estar pulcros. Al ser una profesión no regulada y que cualquier persona se puede llamar maquillista pues a veces no tienen cuidado con la limpieza.
C: Cuando impartes cursos ¿Cuáles son los errores que más persisten en tus alumnos?
J: En general pasa mucho que carecen de hábitos de limpieza. En segundo la asimetría, muchas veces veo alumnos que hacen cejas disparejas, delineados distintos, pestañas caídas y labios chuecos. Creo que la simetría es un punto que debemos siempre tener en mente y practicar más para entrenar nuestra mano y nuestros ojos, hay muchos ejercicios para dominar la mano y no que la mano te domine a ti. Nosotros al igual que los gimnastas deberíamos de entrenar todos los días la parte motriz, la mano debe estar controlada por nuestro cerebro y nuestra visión siempre debe ser un espejo. Para embellecer a un rostro no podemos olvidarnos de la morfología, es lo más importante.
C: ¿Qué es lo que más aporta el maquillaje al mundo?
Creo que es la cara que queremos dar. Es una expresión artística que nos ayuda a dar una sensación al rostro. Lo que hacemos al maquillar es ayudarle a nuestras clientas a dar una impresión y una mejor cara al mundo. Tan simple como, si quiero verme duro o enojado pues me hago una ceja que me ayude a transmitir eso, hay rostros que se ven tristes y el maquillaje ayuda a darles vida. Es invaluable que tus clientes te digan que se sienten muy bien al verse en el espejo y eso al final aporta una energía positiva al mundo.
C: Creo que fue una gran fortuna para ti descubrir tu pasión desde tan pequeño, hay personas que no lo descubren hasta que son mayores… ¿Al final cuáles fueron los puntos que te llevaron al éxito?
J: Siempre les digo en mis cursos que siempre existirán barreras. En mi caso yo siempre comparto mi experiencia luchando contra todos los estigmas a los que me topé en mi vida, por ser maquillista hay personas o incluso la familia que te señala o que se burlan de tu profesión, pero la constancia y la perseverancia te llevan al éxito. En mi caso nunca intenté competir con alguien o parecerme a los demás. Cuando yo maquillo compito contra mi mismo, siempre pienso que tengo que hacer mi trabajo mejor que como lo hice ayer. Cada día quiero mejorar en técnica y también en ámbitos profesionales, creo que esos puntos son los que me han llevado a tener este trabajo.
C: ¿El crear tu propia técnica y estilo es algo orgánico?
J: Por una parte creo que puede ser orgánico pero también es importante la mano de un maestro. Yo crecí admirando a Eduardo Arias, recuerdo la forma en la que hace sus cejas y aplica sus sombras. Admiraba a Alan Simancas, a Eduardo Gasset o a Pablo Méndez. Es importante admirar a alguien y cultivar tu mente, ver el trabajo de los demás nos ayuda a reconocer lo que a nosotros nos puede gustar. Yo aún veo el trabajo de maquillistas mayores o menores a mí, aprendo y me nutro muchísimo de ellos. Al final absorbo lo que me gusta y creo que por ahí va el construir tu propio estilo tomando en cuenta cómo mezclas y proyectas al mundo que tienes a tu alcance.
C: ¿A qué celebridades te gustaría maquillar o haber maquillado?
J: De celebridades actuales a Lady Gaga, Rihanna, Madonna o Cher. Marilyn Monroe fue una gran inspiración para mi y me hubiera encantado maquillarla.
C: ¿Qué es lo que más valoras o admiras cuando volteas a ver a un maquillista?
J: De los maquilladores admiro cuando difuminan bien un producto, me fascina ver a alguien que sabe hacerlo. Me encanta ver cuando saben hacer correcciones y morfología. Admiro a los que hacen bien el claroscuro, ver cómo hacen los cambios de tonalidades. Creo que hoy muchos maquillistas nuevos sólo quieren aplicar color sin antes dominar las técnicas básicas para un buen maquillaje.
C: Trabajas con mujeres hermosas ¿Qué pasa cuando llega una mujer a la que no hay mucho que puedas corregir?
J: Es muy padre que a cada actriz puedas hacerle cosas diferentes y podamos ser cómplices de sus gustos. Al ser maquillador y caracterizador sé que me han conocido por poder embellecer un rostro, rejuvenecerlo o modificarlo. Esto me ha ayudado mucho a tener clientas que piden que yo sea su maquillador en exclusiva durante temporadas. Al tener una experiencia amplia en muchos rubros creo que puedo hacer lo que me pidan y no siempre hago lo mismo.
C: De todas las especialidades del maquillaje en las que has trabajado ¿Cuál ha sido tu favorita?
J: Sin duda alguna dar clases, es lo que más me satisface después del maquillaje para fotografía. Me encanta hacer editorial, me divierto mucho y me siento muy libre creativamente cuando lo hago.
C: Sé que hace un par de horas te bajaste de un avión y estás ahora aquí con nosotros ¿Cómo es tu vida diaria y qué haces para mantenerte alerta?
J: Yo soy hiperactivo, el día que no trabajo me despierto ansioso inventando qué hacer, por eso funciona perfecto para mi esta rutina en la que trabajo casi todos los días. Nunca termino, siempre estoy investigando, haciendo anotaciones y dibujos.
C: Hemos visto tu trabajo con hilos. ¿Cómo descubriste esa técnica?
Dentro de mi investigación me encontré un libro en el que explicaban técnicas con hilos que hacían los maquillistas con las actrices en los años 50’s, en aquel entonces no estaban tan avanzadas las cirugías plásticas y en televisión se usaba mucho eso para rejuvenecerlas. En México no era una costumbre hacer esto o probablemente ya no lo usaban, y cuando hice mis primeras novelas comencé a practicar con algunas actrices y me encantó el resultado. He tenido clientas de 70 años que al maquillarlas y aplicar los hilos las hago lucir como de 50, quedan felices y muy agradecidas. El maquillaje no tiene límites, es muy poderoso. Cuando he presentado fotografías de mi trabajo con hilos mucha gente cree que es Photoshop o que estoy usando a la hija en vez de la mamá, pero en realidad yo esa técnica la comparto en mis cursos y hay muchas personas que han visto cómo lo hago y que ya lo usan también. En mis cursos he tenido hasta cirujanos plásticos que les da curiosidad esta técnica, me han mencionado que es similar a cómo lo hacen con el bisturí, estiramos la piel hacia los mismos lados.
Definitivamente si me hubieran obligado a ser doctor sería cirujano plástico. Tengo muchas personas a mi alrededor que confían demasiado en mi opinión al momento de hacerse cirugías y para mi es un honor ser la persona que las guía al tomar estas decisiones.
C: Desde tus inicios hasta la actualidad ¿Cómo percibes los cambios que ha sufrido esta profesión?
J: Antes no éramos tantos y realmente el que se dedicaba a esto era porque lo hacía con gusto y pasión. Creo que ahora el ser maquillista se ha prostituido mucho, la gente piensa que se gana bien y por eso se hacen maquilladores. Me ha tocado vivirlo y verlo, conozco personas que comenzaron siendo desde cantantes, bordadores, costureros, modelos, bailarinas y de pronto deciden dedicarse a esto porque ven que la gente paga por esto.
C: ¿Qué sigue para la carrera de Javier de la Rosa?
J: Soy muy creativo y soñador, yo creo que esta parte infantil que tengo me ayuda mucho a estar creando siempre. Me preocupan muchas cosas que veo y eso me hace pensar en soluciones. Mi marca de cosméticos que por supuesto va a salir muy pronto y otras sorpresas más para que otros maquillistas aprendan mejor de lo que yo he vivido.
C:¿Cuáles son tus productos favoritos?
J: Amo los hidratantes de Embryolisse, no dejan la piel grasa, son de absorción rápida, te ayudan a que tu maquillaje dure muchísimo y es el mejor preparador para la piel. Me gustan las bases de alta definición de Mehron pues tienen los tonos perfectos para las pieles latinas, están creadas para la pantalla y eso nos ayuda a que nuestro maquillaje se vea más pulcro. Me encanta Secret Brightening Under Eye Powder de Laura Mercier, son polvos de alta definición sin mica reflejante que cuando retratan con flash no dan ese efecto de brillo que a muchas celebridades les ha arruinado sus fotos en la alfombra roja. Me gustan los correctores de Kat Von D, cubren muy bien y no cuartean debajo de los ojos o las líneas de expresión. Otro que no puede faltar en mi kit es el pegamento Ad Gem de Mehron, te sirve para pegar todo tipo de materiales de efectos especiales y los delineadores de mi marca son buenísimos ya que no requieres de Primer o de sombra para sellarlos y al aplicarlos el color queda súper intenso. Amo el rizador de Shu Uemura, me encanta como riza las pestañas. Tiene la rigidez necesaria para rizarlas con un efecto natural.
C:¿Cómo mantienes tu creatividad viva por tantos años?
J: Soy un apasionado de las películas de Disney, a la fecha alimentan mi imaginación y a mi alma. Cuando yo vi la película de Peter Pan se me quedó muy grabado que hablaban de la importancia de no dejar morir a tu niño interior. A mi me parece importante que los creativos vivamos entre nubes y la ficción, que veamos la vida soñando y con mucha fantasía.