Hablemos de Higiene
Por: Mariana Galindo, Directora de MG Makeup
Hace algunas décadas recuerdo que se lanzaron campañas en medios nacionales que hablaban sobre la importancia de lavarse las manos antes y después de ir al baño. Creo que nacimos en una era privilegiada hablando en términos de la higiene y todos los maquillistas en teoría saben sobre esto pero ¿Qué tanto la aplicamos en nuestro trabajo? ¿En qué podemos fallar?
Te comparto algunos ejemplos que creo pueden ayudarnos a ser conscientes sobre este tema en nuestra profesión:
1. Hace poco en una grabación una actriz me pidió que la maquillara con sus cosméticos porque recientemente en una novela la contagiaron de herpes, y sí, estaba llena de fuegos labiales y brotes hasta la barbilla.
2. He escuchado constantemente a muchas chicas que se quejan cuando después de alguna prueba de maquillaje se llenan de barros.
3.Un actor muy reconocido entregándome su propia base y brocha porque desconfía mucho de los procesos de higiene de los maquilladores.
4. Una estilista me muestra el kit de la estética que tienen para maquillar y las brochas parecían tener vida.
5. Observar la cosmetiquera de cualquier amiga y que te admita que nunca pensó en desinfectar su brocha o sus cosméticos.
6. Y lo más triste, observar a un maquillista en acción y verlo usar sus productos con una y otra persona sin limpieza entre cada una, o peor aún, observar el kit y verlo sucio y desordenado.
Una manera de explicar lo que continuamente digo en clases es, imaginen que meten las manos en un cubo de pintura roja, sacan las manos y están rojas. Abren su kit y acomodan sus productos, toman una brocha, un producto, otra brocha, una crema, un Primer, una brocha más, otro producto, destapan un lápiz, abren una paleta, ponen crema con la brocha, difuminan con los dedos. La chica a la que maquillan metió la cabeza entera en pintura azul después de bañarse.
El resultado, una pintura surrealista de azules y rojos en todo el set, habitación o camper. Sus manos son moradas, sus rubores y sombras con pintura azul, las tapas de las mismas en rojo, el pelo de sus brochas azul, rojas del mango. Kleenex llenos de ambas pinturas, botellas de alcohol llenas de rojo, el cinturón de maquillaje con manchas de ambos colores y así, interminablemente. Básicamente esto es un arma de doble filo, nuestros productos tocan al cliente y el cliente nos toca a nosotros y a nuestros productos. Se llama contaminación cruzada.
Vayamos a la solución:
1. Desinfectar completamente el kit antes de trabajar. Todo. Desde las cajas o maletas, bolsas, paletas por fuera y por dentro, polvos, cosméticos, lápices, labiales, botellas, contenedores, brochas, cinturones. Todo.
2. Antes de maquillar, lavarse las manos y usar alcohol para desinfectarlas.
3. Separar tanto las brochas como los cosméticos que van usando.
4. Desinfectar los cosméticos para volver a usarlos.
5. Usar desechables en la medida de lo posible.
6. No usar máscaras, lápices o labiales directamente de preferencia y si se usarán, desinfectarlos correctamente.
7. Desinfectar al final y volver a empezar.
Por supuesto es la parte más aburrida de ser maquillista, pero es básica. Y por exagerado que parezca, sí, todos los cosméticos se desinfectan también, por fuera y por dentro.
¿Qué usar para desinfectar?
Existe una ignorancia total respecto a lo que se puede usar, no todos conocemos de química. Lo que no se perdona es no investigar. Algunos limpiadores de brochas sólo quitan el color pero no desinfectan. De hecho hace poco, un maquillador me dijo que limpiaba sus brochas con gasolina blanca. Suena loquísimo pero funciona para quitar todos los residuos de color de un labial o crema y no maltrata tanto las brochas, pero ¿Desinfecta?, la respuesta es no.
Me di a la tarea de preguntarle a una química hace algunos años y su respuesta es la siguiente:
▪ Las bacterias y virus crean resistencia, así que lo ideal es alternar métodos. Uno solo no funciona.
▪ El alcohol del supermercado no funciona. Ese es etílico del 70°
▪ El alcohol en gel no es muy efectivo.
▪ Lo ideal es usar alcohol isopropílico del 96 puro en algunas ocasiones y en otras, alcohol etílico del 96° con un chorrito de agua. El agua es primordial, porque es lo que las bacterias se comen y el alcohol las mata.
▪ Si tienen acceso a un esterilizador, úsenlo.
Probablemente a estas alturas varios están preocupados. Pero nunca es tarde para empezar. ¡Besos a todos y gracias por leer!
Mariana Galindo
MGmakeup
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