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Andy Alexis: Estrella del maquillaje social en México

Andy Alexis: Estrella del maquillaje social en México

Por Daniela Sánchez

Andy Alexis es uno de los maquilladores mexicanos más reconocidos en el maquillaje social en México. Celebridades como Paris Hilton lo han contratado cuando visitan la Ciudad de México y a su corta edad ha logrado tener un lugar en televisión Nacional en el Programa “Venga la Alegría”. Tuvimos la oportunidad de hablar con él sobre su trayectoria como maquillador y esto fue lo que nos platicó: 

¿Cuál fue tu primer contacto con el maquillaje? 

Siempre estuve muy pegado a lo que tuviera que ver con el ritual de maquillaje o proceso de arreglo de las mujeres. Pero podría decir que fue desde primaria, en esa época yo era el que siempre caracterizaba y participaba en todo lo que tuviera que ver con maquillar a mis compañeras. 

¿Cuándo fue que te diste cuenta que te podías dedicar a esto? 

Crecí en Coatzacoalcos Veracruz y siempre quise ser diseñador de moda, pero la realidad es que era una carrera que se salía del presupuesto de mis papás. Recuerdo que un día fui a la escuela y ésta se encontraba cerrada, así que me fui al centro y descubrí una escuela de maquillaje. Desde que entré me fui empapando más y terminé viajando a la ciudad de México para tomar más clases.

¿Tuviste algún mentor que marcó algo en tu aprendizaje o en tu técnica? 

Mucha gente, creo que todos con los que tomé clases o con los que coincidí me enseñaron algo, pero  Cristina Cuellar fue quien realmente me enseñó y ayudó. Conocí a Cris porque su sobrina vivía en Coatzacoalcos y era mi amiga. Tuve la oportunidad de conocerla y mantuvimos contacto. Al poco tiempo, ella trajo a México a Fausto de León (dominicano que vivía en Argentina) a impartir un curso de maquillaje que duraría una semana. Me moría de ganas de ir y me costó trabajo, pero logré pagar por el curso con el apoyo de mi familia. Ahora el problema era que no tenía en dónde quedarme y no conocía realmente la ciudad, se lo platiqué a Cris y ella me invitó a quedarme en su casa. Realmente no nos conocíamos, pero fue increíble que me ofreciera esto y pues obviamente de ahí empezó una relación muy linda con ella. Ahí fue cuando realmente comenzó mi formación profesional. 

Tuve otros profesores, me encantaba estudiar y aprender de todos los maquilladores que admiraba hasta que poco a poco empecé a hacer mi propia técnica. También aprendí a ser mi propio maestro porque poco a poco te vas dando cuenta de tus errores y vas mejorando hasta lograr algo más versátil. Siempre intenté hacer lo que me pedían, no quería tener límites. Si algo no estaba dentro de mi área, buscaba hacerlo bien y con respeto a mis colegas expertos en esas áreas. 

¿Qué cualidades o virtudes te ayudarán a formarte como maquillador? 

Hay que saber ubicar a qué te quieres dedicar y en qué te quieres especializar. Yo comencé maquillando muy joven, entre los 15 y 16  y a los 20 fue cuando me mudé a la ciudad de México. 

Algo que he comprobado durante todos estos años es que maquillar bonito no es suficiente. 

Como maquillador te puedes abrir camino siendo una persona muy auténtica,  creo que es importante no compararte con los demás y que tu trabajo sea como tú realmente lo quieras. No era tan paciente, pero aprendí a ser paciente y creo que fue muy importante para mi carrera. 

¿Cómo llegaste a trabajar en el mundo del maquillaje social? 

Siempre fui una persona muy de tradiciones y costumbres,  para mí, las bodas siempre fueron muy importantes y quería formar parte de esos eventos. Así que tomé clases con artistas mexicanos y extranjeros para trabajar y aprender más, también en editorial.  Al final, el mundo editorial es un poco más cerrado y se me hacía más pesado el ambiente, por eso me fui hacia lo social. Claro que sí hago editorial, pero solo si me buscan porque alguna celebridad pide por mi o porque ya conocen mi trabajo. 

¿Cómo has logrado crear una reputación y has mantenido una clientela tan exitosa? 

Estoy muy agradecido con Dios, porque la verdad cuando me mudé a la Ciudad de México no fue fácil, pero todo se fue acomodando. Yo sí puedo comprobar que tu trabajo es el que te va a ir acomodando donde tú estás. Tu trabajo, tu disciplina, el respeto hacia tus clientes, el respeto hacia tu trabajo porque nunca tuve la intención de competir contra ningún colega o contra los precios de absolutamente nadie. Siempre fui puntual y respeté los tiempos de mis clientas, así como los míos, igual exigiendo respeto por mi tiempo y mi trabajo. Mis clientas son muy leales y en algunos casos hasta ya son como familia. Hay que cuidar a tus clientes, no ser imprudente y tener respeto en su intimidad. 

Como maquillador cuando proyectas seguridad de tu trabajo te llegarán clientas y se quedarán contigo. 

¿Qué haces en tu rutina o proceso de trabajo que forma parte de tu sello para crear un mejor servicio? 

Creo que desde cómo te presentas es muy importante y siempre hay que ser puntual. La limpieza también es importantísima al igual que el orden. La preparación de la piel es muy importante y tengo todo un ritual, pero no sólo me fijo en el rostro, sino también en cómo se va a vestir y qué partes del cuerpo se le van a ver. El maquillaje no sólo es la cara, puedes tener hasta un detalle de brillo en el escote, en las piernas etc…

¿Cómo llegaste a trabajar en “Venga la Alegría”? 

Tu trabajo definitivamente te va recomendando. “Venga la Alegría” lo hice un año y medio fijo y llegué ahí porque empecé a maquillar a una conductora, Vanessa Claudio. Por fuera ella se volvió muy mi cliente y tenía la tarea de crear un segmento que tenía que ver con estilo. Comenzaron llevando a varios maquilladores y peinadores, pero yo terminé quedándome en esa sección. Incluso Vane luego se fue a vivir a Miami y yo permanecí en el programa. Entré por Vane, pero me quedé por mi trabajo. 

¿Qué es lo que más te gusta o de lo que más sientes orgullo cuando trabajas?

Las cosas que más me emocionan son las más sencillas. Algo como haber maquillado a una novia que se decide por ti, no porque me crea mejor que mis colegas, sino porque vio algo especial en mi trabajo y quiso quedarse conmigo. 

¿Qué artistas o qué cuentas de IG te inspiran para crear maquillaje? 

Kevin Laquin no tiene redes, pero veo sus libros y con eso me inspiro muchísimo. A Salma Hayek, mi sueño es maquillarla, ella también nació en Coatzacoalcos. Val Garland, Kabuki y Topolino, pero también me inspiro de mi mamá y otras mujeres.

¿Qué le dirías a alguien que está empezando? 

De entrada creo que tiene que amar la profesión. Mucha gente entra por el dinero o la cuestión aspiracional y eso me parece triste porque tus aspiraciones no te darán lo que necesitas para llegar a ser un buen maquillador, sino a replicar la vida de alguien más. 

 Si eres una persona que ama lo que vas a hacer, hazlo con mucho amor, mucha disciplina y mucha paciencia. Hay que prepararse y estudiar mucho y hay que entender que dentro del maquillaje todo está dicho y hecho, hay que mantenerse centrados con eso para no caer en la mentira de que “te están copiando” o que “lo estás inventando”. Luego eso es falta de información y fundamentos y no todo es lo que dicen las redes sociales. 

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