EL MAQUILLISTA COMO VISIONARIO
Por Vanessa Navas, Directora en Imatge Consulting
Si lo que buscas es construir una relación con un público específico, tu imagen es lo primero que te ayudará a lograrlo. Para ello es importante auto-reconocer tu esencia ya que será la raíz del estilo que te representará, definir con claridad qué es lo que quieres comunicar de ti a través de tu imagen, desde rasgos que te identificarán, colores institucionales, logotipo, espacios de difusión etc. Tu identidad estará construida por ese estilo y por tu forma de comunicarlo. Por lo tanto la imagen es la oportunidad para que tú mismo generes una impresión favorable en los demás.
Los maquilladores saben muy bien que el resultado de su trabajo juega un papel central en la comunicación final para su cliente. Representantes de marcas o personas dirigidas a un público muy variado deben emplear una técnica y elementos neutrales para no cerrarse las puertas con clientes de diferentes estilos y gustos. En cambio los maquillistas que trabajan en proyectos para públicos muy específicos, tienen mayor libertad en experimentar en sus propuestas y naturaleza.
El maquillista profesional es un creativo consciente de lo que proyecta, sabe que su trabajo conecta las ideas que construyen una imagen con el público en particular al que se desea alcanzar. El maquillaje es arte, lo que permite gran creatividad y por ello un buen artista sabe leer mucho más que las facciones: es capaz de expresar las emociones e ideas de su modelo o cliente ya que tiene la sensibilidad de captar sus intereses; no sólo sigue un plan de trabajo por encargo sino que conoce tanto los estilos clásicos como las tendencias que los públicos están recibiendo y, a partir de ese conocimiento, puede tomar mejores decisiones.
Además de ser un maquillador profesional actualizado, hay cualidades personales y características en el modo de trabajar que permiten al maquillista beneficiar su propia imagen. No hay que olvidar que ésta es una profesión de alta proximidad con el cliente. Por eso sugiero que mantenga la piel limpia, que sus dientes y su aliento estén en las mejores condiciones posibles, que cuide su higiene personal, que su olor sea no sólo fresco sino también agradable, que sus manos siempre estén limpias a la vista.
El maquillador que quiera dejar una imagen de impacto en sus clientes jamás debe olvidar su pulcritud. Sino ser capaz de crear una imagen agradable de sí mismo empleando el maquillaje, de modo tal que revele su capacidad de hacerlo para otros. Los productos que utilice deben ser una de sus cualidades más fuertes, estar limpios y bien acomodados. Jamás debe confundirse respecto a la ubicación de un producto y mostrar en todo momento un dominio del proceso. Recordemos que el orden y la limpieza son formas genuinas de belleza.
Sin ser tosco y tampoco temeroso, debe tener un pulso firme, transmitir con su técnica de contacto la seguridad necesaria para que el cliente siga confiando en él. En conjunto, su respiración, su mirada, su gesticulación facial, son capaces de crear una atmósfera de tranquilidad para el cliente. Asimismo, si surgen dudas, hay que explicar al cliente la razón de cada decisión que se toma mientras trabajamos. Si el cliente está relajado es mucho más probable que el resultado del maquillaje sea más exitoso ¿Cierto?
En resumen, la imagen profesional del maquillador implica: su aspecto físico, su higiene personal y del espacio, y productos de trabajo, el acomodo de sus productos, el trato amable, el contacto asertivo y puntual con el cliente, el extremo cuidado de los detalles, el dar un poco más de lo que se espera en cada trabajo.
Hay que tener una mentalidad de servicio, que no significa subordinación, sino la conciencia laboral de que lo último no es el pago monetario, sino el cumplimiento de la meta de cada proyecto, es decir, la creación de la imagen que se ha planteado al principio del trabajo. En este sentido, el maquillaje es cercano a la consultoría de vestuario: hay que estar muy al pendiente de la satisfacción del cliente, saber cómo se siente, que una vez que ha pasado por nuestras manos se reconozca internamente en su aspecto exterior y vea sus cualidades reluciendo gracias al profesionalismo que le ofrecemos.
¿Quién es Vanessa Navas?
Consultora experta en imagen personal y corporativa, conferencista internacional y catedrática a nivel posgrado. Cuenta con más de 12 años de experiencia en la industria de la imagen, ha trabajado con diversas personalidades en escenarios políticos, artísticos, empresariales y televisivos, como Terry Fox Murray en AICI, la modelo y actriz Jane Bunting, entre otros. Vanessa es la actual directora de Imatge Consulting, escuela que imparte la Maestría en Consultoría de Imagen Personal y Empresarial entre otros diplomados, talleres y programas intensivos enfocados a la profesión de la imagen.
Sigue a Vanessa en su página oficial de Facebook https://www.facebook.com/VanessaNavasConsultora