El maquillaje del Festival de Primavera de China y la fotografía de Hu Li
Hu Li es un fotógrafo chino reconocido por su lenguaje fotográfico al capturar imágenes que retratan la historia de su cultura. Una de sus obras más populares es la colección de una serie de fotografías (Backward-Backward 2010) en las que captura una muestra de personajes que visten hermosos trajes del teatro tradicional chino posando en entornos atípicos.
Fotos de Hu Li:
Estos maravillosos dípticos compuestos de paisajes inhóspitos celebran por un lado uno de los arquetipos de la “China tradicional”; mientras que, por el otro, se quejan del progresivo borrado de esta misma herencia.
Cada año nuevo lunar en el condado de Zhongguan de la provincia de Shaanxi (China) se lleva a cabo el Festival Shehuo, un evento folclórico donde se celebra el maquillaje en el rostro de los personajes que forman parte de la misma tradición e historia de la China Tradicional.
El festival combina los dos nombres de deidades populares: SHE para el Dios de la Tierra y HUO para el Ancestro del Fuego. “Tierra y fuego” es entonces un tema inspirado en la tradición taoísta y basado en los cinco elementos entre los cuales Tierra y Fuego son los elementos más vitales para el sustento de los agricultores desde la antigüedad. Como los agricultores no tienen otro medio que vivir de su tierra, el Dios de la Tierra es por la fuerza la entidad número uno todopoderosa a la que deben adorar y rezar. El fuego es la energía indispensable para mantener la vida, desde cocinar los alimentos hasta mantener la casa caliente contra el frío inhóspito del invierno. El Dios de la Tierra solo puede traer cosas buenas y el Ancestro del Fuego tiene el poder de prevenir catástrofes y disipar el mal.
Durante más de mil años, la gente de Shaanxi ha retomado la tradición de celebrar el Shehuo en honor a estas dos deidades desfilando disfrazados. Hu Li crea sus fotografías como crítica a lo que está sucediendo con lo que es tradicional en su país y que poco a poco se ha ido convirtiendo en una atracción turística perdiendo el sentido y el valor religioso que tenía inicialmente.
